lunes, 19 de octubre de 2015

HALLOWEEN O EL DÍA DE DIFUNTOS


Se acerca  el día 31 de octubre momento de celebración; para unos tiempo de rendir reverencial culto a sus ancestros o excusa para disfrazarse para otros.

Si se sigue la tradición lo indicado es llevar flores al cementerio para honrar a los muertos, sin embargo hay quien, por cultura o elección personal prefiere poner sobre la tumba una pequeña lamparilla para iluminar el camino a los difuntos.

Para quienes opten por esta segunda alternativa o prefiera decorar la casa o el jardín (y no sólo en estas fechas) o como estupendo complemento para un terrorífico disfraz  he aquí un CANDELABRO DE PIE.

Como es habitual los materiales a utilizar son sencillos, muy asequibles, al alcance de cualquiera y de nuevo reutilizando cosas que andan por casa. Éstos son:

- Tres perchas de alambre (de las que dan con las prendas en el tinte) o baratísimas en el bazar cercano.
- Un rotulador permanente.
Un recipiente de plástico transparente que se podrá decorar con el rotulador como más se quiera, con motivo religioso, con temática aterradora o con la más acorde con el gusto particular
- Un molde de tipo flan de aluminio o una lata de refresco recortada, etc...
- Una vela, mejor pequeña.




 Apenas se tardará,  la primera vez, unos 35 minutos; El tiempo se reduce en las siguientes si se hace más de una. 

Las perchas utilizadas para este fin se han comprado en un bazar y son estupendas porque están recubiertas por un material parecido al lacre y las hay de diferentes colores. Tiene un pequeño problema y es que cuando se fuerza el material se desquebraja y puede desprenderse justo en la zona donde más se ha doblado el metal. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga,  le dará  un tono lúgubre adecuado para un disfraz o una decoración concreta. Pero si no es ese el fin para el que se hace el candelabro, de nuevo se puede recurrir a la versatil laca de uñas. 

Para empezar se toman las 3 perchas y se deshacen para estirarlas y convertirlas en tres varillas. Para enderezarlas hace falta firmeza, no necesariamente fuerza, aunque quizás un poco sí para las curvas más pequeñas. No es necesario que queden perfectas, incluso las ondulaciones que quedan en los extremos le dan un aspecto torneado, más trabajado, además son casi imposibles de eliminar.
 
Podrían utilizarse más perchas y quizás le daría más firmeza a la estructura que si peca de algo es que es un poco endeble pero que cumplirá con su función sin problema, compensado con su ligereza, éste es un detalle importante si hay que llevarlo encima durante largo tiempo. Es por esto por lo que el vaso o recipiente ha de ser de plástico.


 
 Ahora se juntan, se alinean y se atan, mejor con cinta aislante o una buena adhesiva en uno de los extremos pero a unos 15 cm, debe ser un poco más largo que la longitud del recipiente. Una vez firmemente sujetas las varillas sólo hay que trenzarlas dejando también sin acabar los últimos 15 cm.




Hay que tener cuidado, mientras se trenza, porque tienden a enredarse y dificultan un poquito la labor, pero solo hay que hacer las cosas con cuidado.


En la parte superior, una vez que se ha trenzado ya se le puede quitar la cinta con la que se ataron los alambres y se doblan para darles un ángulo de 90º con respecto a la vertical  y hacia afuera abriéndolas como un paraguas dejando, más o menos, la misma distancia entre unas y otras.



Después se  coloca hacia arriba a modo de paraguas y se coloca sobre ellos el recipiente que se va a utilizar y se marca en esos radios el final del fondo del recipiente. Estas marcas se hacen para saber por donde volver a doblar, de nuevo en ángulo recto, en este caso hacia arriba.

                                           
           

  Coloca entonces el recipiente entre las varillas y vuelve a marcar su altura;  una vez hecho es necesario retirarlo de nuevo y doblar hacia el interior por la nueva marca, por un momento, en un ángulo de 45º aproximadamente las tres varillas, se pone el recipiente ya de forma definitiva y se terminan de doblar haciendo presa o engarce a dicho recipiente.

                           

Se le da la vuelta a la trenza y se colocan las varillas de la base, a modo de  trípode. Si se pretende poner el candelabro en el cementerio, en un jardín incluso en una maceta en la terraza, no hace falta rematar las patas para que así se puedan clavar ligéramente en la tierra y quede bien sujeto y que sea más difícil que se vuelque.


Si se fuese a utilizar como complemento de un disfraz se recomienda, ya con un alicate, doblar los extremos a modo de pequeñas espirales para evitar que se enganche con cualquier cosa.  No se aconseja trenzar hasta el final, por cuestiones prácticas. Es un tostón tener que estar sujetando constantemente algo en la mano y más cuando se está de fiesta, es mejor, aunque se rematen un poco los extremos dejarlo como trípode para poder apoyarlo de vez en cuando. Pero depende del gusto de cada cual.


Pues ya está hecho lo más difícil, y como se puede comprobar no lo es en absoluto, ya sólo queda poner el recipiente de plástico que se puede decorar con los rotuladores permanentes. Y el pie también se puede "tunear" al gusto.

Una nota importante: ¡! No hay que olvidar poner en el interior del mismo otro recipiente un poco más pequeño de aluminio para evitar que el plástico se recaliente demasiado y pueda derretirse o incluso arder y la vela ha de ser pequeña. Si se va a colocar en el exterior se deben hacer unos pequeños agujeros al fondo de ambos recipientes por si lloviera evitar que se llene de agua y se doble el candelabro.  

    

¡AHORA A INTENTARLO SIN MIEDO!



 

jueves, 1 de octubre de 2015

UN PARAGÜERO DIFERENTE



    Toda casa necesita un paragüero, sobre todo ahora que se entra de lleno en temporada de lluvias, si el tan nombrado cambio climático lo permite. Si hay alguna casa que carece de él, los paraguas acaban descansando en la bañera o ducha. 


He aquí una sugerencia de cómo crear un paragüero que ocupa poco y evita el engorro de tener que moverlo cada vez que se limpia el suelo y que si no se utiliza puede guardarse en un cajón.

El coste es muy bajo y con este diseño también se pueden reciclar materiales, aunque éste no ha sido el caso, al menos totalmente.




Estos son  los materiales a utilizar:


-1´50 m. x 1 m. de hule (esos tapetes de plástico que suelen usarse como manteles) y que pueden encontrarse en los bazares, por ejemplo. Sin embargo también pueden desmontarse y reutilizarse esas bolsas del supermercado que son de rafia tratada que las hace impermeables; la tela de un impermeable viejo o un trozo de una cortina de baño que ya  necesite un cambio.

- Pegamento ¡! Hay que asegurarse de que pega el material para evitar sorpresas. El que se ha usado en esta ocasión ha sido uno instantáneo, ya que es del que se disponía, pero el reverso del hule no admitía esa cola con lo que se ha tenido que trabajar un poco más, pero sólo un poco. Este es uno de esos casos en los que la cola de contacto y esperar unos minutos merece la pena.
   Que no se tiene adhesivo por ahí, se podría recurrir a, los siempre tan socorridos, hilo y aguja pero, al ser la materia prima principal, de caracter plástico el hecho de agujerear al dar las puntadas podría debilitar la estructura.

- Una barrita para colgar los visillos, una percha e incluso puede valer uno de esos palitos que caen del cielo en las fiestas cuando lanzan los cohetes (Sí es sorprendente las cosas que se llegan a guardar).

- Unas tijeras.

El trabajo es fácil, límpio,  muy rápido y resultón.

   Después de elegir el material que se va a utilizar,  hay que tener en cuenta la dirección del estampado en el momento de presentarlo para cortar y darle forma,  así que se extiende y se mide. En esta ocasión la medida de los 50 cm.  se ha elegido para  en función de la varilla de la que va a colgar el paragüero y que la intención es de que haya hueco para tres paraguas.
 Si se cuenta con una percha, que ha de ser resistente, se necesitará menos medida y valdrá para dos paraguas.


Se dobla a la mitad y a lo largo el hule y se corta hasta la medida necesaria y se pegan las dos partes, así será más resistente.





Ahora a encargarse de la parte superior de donde se colgará el paragüero, para ello hay que tener en cuenta que el hule o el material que se haya elegido envuelva la barra o la parte de la que se cuelgan los pantalones de la percha, por regla general valdrá con 5 cm.

 

Hay que tener mucho cuidado al extender el pegamento ya que si el cordón se extiende a lo ancho se tendrá que cambiar la barra elegida por otra más fina  

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 Si se optó por la percha no importará que se quede fija y además el siguiente paso no será necesario,  éste consiste en dividir el ancho en tres partes y marcar las medidas y marcar un centímetro antes y después de ese punto y un centímetro y medio más de ancho haciendo un rectángulo. Entonces se recorta y ya se puede introducir la barra. En esta ocasión se ha pegado más de lo deseable, de modo que se ha optado por otra varilla más fina ( el palo de los cohetes)
                

 
Los huecos que se han recortado son para, una vez terminado el paragüero, se pueda colgar de esas perchas que se colocan en el borde superior de las puertas.



Y ahora es el momento de la parte inferior, el bolsillo en el que se apoyarán los paraguas y se recogerá el agua que escurra de los mismos. Así que no hay más que doblar unos 15 cm. aproximadamente y pegar los laterales.

Se puede dar otra vuelta y es marcar de nuevo tres partes  para dividir el bolsillo en compartimentos iguales y evitar así que se resbalen los paraguas o la boca del mismo se quede demasiado abierta y no cumpla con el propósito de sujetar los paraguas pequeños.

 Sin embargo, apesar de dividirlo con el pegamento no hay que llegar hasta abajo del todo para poder secar más fácilmente el  agua  en caso necesario.

Entonces se colocan, momentaneamente los paraguas para ver cómo queda y calcular la altura a la que habrá que colocar una cinta para sujetar los paraguas.

 

Llega el último paso, se vuelve a tomar las medidas para dividir de nuevo, esta vez a media altura, en tres el resto del futuro paragüero. Esta cinta es sólo para sujetar los paraguas grandes, los pequeños se quedan en el bolsillo de abajo.  Para hacerla se aprovecha un resto del recorte del primer paso  y deberá tener una anchura aproximada de entre 5 y 6 cm, para que sujete bien los paraguas, el peso de los mismos no la arranque y además quede más bonito.

            

Hay que pegar sólo en los puntos marcados después de medir, para permitir que pasen los paraguas por los huecos. No hay que olvidar pegar los extremos y si es posible, porque se ha cortado un poco más de la largura necesaria lo mejor espegarlos por el reverso del  paragüero y que quede bien reforzado.

Y bueno, ya está listo para usar. ya se puden colocar los paraguas grandes y pequeños e incluso el indispensable recoge bayas.

BIENVENIDO OTOÑO